La santidad no es una carga

Publicado por La Promesa del Padre en

La santidad es importante en nuestra vida, y muchas veces podemos llegar a verla como una carga. Pero la Santidad no es una carga.

Gálatas 5:16-18 NVI Así que les digo: vivan por el Espíritu y no sigan los deseos de la carne; porque esta desea lo que es contrario al Espíritu y a su vez el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.  Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la Ley.

Desarrollo:

  • Hablar de santidad en estos tiempos es algo muy complejo por todos los movimientos que vemos entorno a la sociedad en la que vivimos.
  • El tema de la santidad ha sido influenciado por la misma sociedad, que ha provocado que veamos a la santidad como un tema religioso.
  • Para otros la santidad puede ser un tema ridículo.
  • Y para muchos más un tema de burla, pues cuántos han escuchado la típica frasecita “ahí va el que se cree santo”
  • Todo lo anterior puede generar un conflicto en nosotros y como cristianos dejamos de darle la importancia a la santidad.
  • Pero la realidad es que el Señor nos ha llamado a ser santos.

1 Pedro 1:15-16 NVI Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo

Antes de continuar quiero hablarles de 3 palabras y conocer la diferencia entre ellas, para ponernos en contexto y aterrizar la idea principal de que “la santidad no es una carga”.

  1. Religiosidad
  2. Santo
  3. Santificación

1.- Religiosidad: es la práctica y esmero en cumplir las obligaciones religiosas. Es decir, un sistema organizado de creencias por una religión con un enfoque individual.

¿Qué quiere decir esto? Una persona religiosa es aquella que se basa en su propio conocimiento y razonamiento para establecer lo dicho o escrito para que se cumpla algo al pie de la letra.

2.- Santo: Perfecto y libre de toda culpa. En la palabra, la palabra santo significa: Persona que fue apartada por Dios por haber creído en su hijo Jesucristo.

Recordando que Jesús fue quien nos libró de toda culpa.

3.- Santidad: En el diccionario de la real academia dice que es una cualidad de santo. En otras palabras, la santidad es el don de Dios que llena todas las aspiraciones humanas; es la plenitud de la vida cristiana que consiste en unirse a Cristo, aprendiendo a vivir como hijos de Dios con la gracia del Espíritu Santo y viviendo la perfección de su voluntad de manera progresiva.

Efesios 1:4-5 Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que vivamos en santidad y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad.

Ahora que ya tenemos una definición de estas 3 palabras, y para seguir entrando en contexto, vamos a ver la diferencia entre religiosidad y santidad.

En la iglesia existen hermanos que por no ser religiosos abandonan el camino de la santidad; por otra parte, hay otros hermanos que buscando la santidad terminan en religiosidad.

  • Como veíamos en la definición de religiosidad, una persona religiosa practica y se esmera por cumplir las obligaciones establecidas (la ley) de una manera distorsionada.
  • Cuando creamos una vida de religiosidad nos esmeramos tanto por cumplir la Ley, que se convierte en una carga para nosotros, porque ya no se trata de Dios se trata de lo que yo puedo hacer.
  • Es decir, que dejamos fuera la ley, dejamos fuera a Dios y comenzamos a agregar nuestras propias costumbres, ponemos por encima nuestro razonamiento y entendimiento y nos cuadramos a nuestra forma de pensar y así de pronto nos convertimos en fariseos.

Mateo 23:2-5 «Los maestros de la Ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés. Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican.Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas. Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas cintas y ponen en sus ropas adornos llamativos.

Mateo 12: 1-8 Por aquel tiempo pasaba Jesús por los sembrados un día sábado. Sus discípulos tenían hambre, así que comenzaron a arrancar algunas espigas de trigo y a comérselas. Al ver esto, los fariseos le dijeron: ¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que está prohibido en día sábado. Él contestó: ¿No han leído lo que hizo David en aquella ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? Entró en la casa de Dios; él y sus compañeros comieron los panes consagrados a Dios, lo que no se les permitía a ellos, sino solo a los sacerdotes. ¿O no han leído en la Ley que los sacerdotes en el Templo profanan el sábado sin incurrir en culpa? Pues yo les digo que aquí está algo más grande que el Templo. Si ustedes supieran qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”, no condenarían a los que no son culpables. Sepan que el Hijo del hombre es Señor del sábado.

El antiguo testamento tiene mas de 600 leyes, pero los fariseos les habían agregados cientos de costumbres que exigían cosas que tenias que hacer para ser aprobado por Dios.

La Ley fue hecha para hacer conciencia del pecado, no para ser justificados mediante sus obras.

Es decir, nadie puede cumplir la ley porque es perfecta y al tratar de cumplirla se convierte en una carga.

¡La santidad no es una carga!

Entonces, si la santidad no se obtiene mediante la ley, como ya sabemos que tampoco la salvación, ni la justificación, ni la redención y mucho menos el Espíritu Santo en nuestras vidas, entonces, respondamos la siguiente pregunta:

¿Cómo podemos obtener esa santidad? Y más aun, ¿Cómo podemos vivir en santidad sin que se convierta en una carga?

  1. Mediante Jesús
  • Ya vimos que, si vemos la santidad desde un punto religioso solo se vera como una carga y no llegaremos a ningún lado, ahora que si vemos la santidad como un regalo que viene de Dios ahí la cosa cambia.
  • La palabra Santo viene del hebreo Kodesh que significa apartado por Dios, consagrado por Dios, separado por Dios.
  • Esto lo podemos ver reflejado en nuestra vida pues nosotros hemos decidido creer en Jesús y al creer en Jesús Dios nos aparta para hacernos sus hijos, fuimos apartados por Dios, hasta este punto somos Santos porque Dios nos separó.

Efesios 1:4-5 Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que vivamos en santidad y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad.

Santidad es apartarse del pecado, y para ser santos tenemos que ser como El, pues nos hiso Santos.

1 Pedro 1: 14-16 NVI Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: Sean santos, porque yo soy santo

Les pregunto ¿es fácil ser Santos como Dios? ¿Quién dice que sí? ¿Quién dice que no? A ver Quien da más. Mejor vamos a ver que dice la Palabra.

Salmos 24:3-6 ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su Lugar Santo? Solo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos. Quien es así recibe bendiciones del Señor; el Dios de su salvación le hará justicia. Tal es la generación de los que a ti acuden, de los que buscan tu rostro, oh, Dios de Jacob.

  • ¿Quién de aquí ha fallado?
  • ¿Quién de aquí ha mentido?
  • ¿Quién de aquí ha lastimado a alguien más?

Todos de alguna manera hemos pecado por que no hubo ni un solo justo, ni siquiera uno porque estábamos destituidos de la gloria de Dios.

Pero la fe en Cristo Jesús nos justifica y por medio de Él y de su Espíritu Santo podemos acercarnos al Padre, al que es Santo, Santo, Santo.

Esto me lleva al segundo punto.

  1. TAMBIÉN mediante el Espíritu Santo

No hay nada que yo pueda hacer, no es en mis fuerzas, no hay nada que tu puedas hacer hermano, no es en tus fuerzas, nadie puede hacer nada, nadie tiene las suficientes fuerzas para soportar esa carga… Solo Dios por medio de su hijo Jesús y su Santo Espíritu.

Gálatas 5:16-26 Así que les digo: vivan por el Espíritu y no sigan los deseos de la carne; porque esta desea lo que es contrario al Espíritu y a su vez el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la Ley.

Vivan por el espíritu, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de Santidad, si se dejan guiar por él, él les dará el fruto de la santidad, él es la fuente de la santidad y debemos permanecer unidos a él, caminar con él, llenarnos de él, es imposible estar en santidad si no estamos unidos a él, es como la uva si no esta conectado a la vid se cae y se pudre, así nosotros si no estamos unidos al fruto de la santidad nos pudriremos.

Las obras de la carne se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y hechicería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, desacuerdos, sectarismos y envidia; borracheras, orgías y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu. No dejemos que la vanidad nos lleve a provocarnos y a envidiarnos unos a otros.

El Espíritu Santo es el fruto de la santidad y la santidad es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas porque ya hemos crucificado nuestra naturaleza ahora somos hijo de Dios, ahora somos de Cristo Jesús. Amen

No se trata de mí, se trata de Él

El miércoles de esta semana me levanté con un pensamiento, y ese pensamiento era «caminando con Jesús». Estaba leyendo Juan 14, 15, 16 y 17, y conforme iba leyendo, Dios me iba dando una serie de versículos, después los uní y pummm! Se me abrieron los ojos, y tiene que ver con esto que acabo de mencionar.

Juan 14:6 Les aseguro que el que cree en mí también hará las obras que yo hago y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.

Juan 14:20 En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.

Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho.

Juan 15:27 Y también ustedes darán testimonio porque han estado conmigo desde el principio.

Juan 16:8,13,24 Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error[a] en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir, Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán para que su alegría sea completa.

Juan 17: 22-23 Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.

Debo caminar con Jesús y con su santo Espíritu

Finalmente, me gustaría recapitular las siguientes ideas:

  1. La santidad viene del corazón, la religión viene de afuera: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas. Mateo 15:8

El religioso no ve los asuntos del corazón, el religioso se basa en lo externo, en sus costumbres, deja a fuera a Dios y a su Espíritu Santo.

Ejemplo: como cuando el pastor llego de Colombia rasurado de su ceja y su pelo y algunos por ahí: «No, eso no es de un pastor, eso es del diablo.» Jajajajaja «Eso es espíritu de Maluma» dice el Pastor!! jajaja

  1. La Santidad es un principio de Dios, La religiosidad eleva las leyes humanas al nivel de Dios: Hemos convertido nuestros gustos en leyes y las hemos puesto al nivel de Dios.

Convertimos un gusto en una ley.

1 corintios 6:12-13 Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. «Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos»; así es, y Dios los destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.

Ya para terminar vamos con la última idea

  1. La Santidad te da vida eterna, la religiosidad te mata.

Romanos 6:22-23 Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mientras que el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Conclusión:

Ahora que sabemos que, mediante la gracia de Jesús, la santidad ya no es una carga, reconocemos que su Espíritu que fue dado como primicia y promesa para estar con nosotros hasta el fin de los tiempos, nos anima, nos consuela y nos infunde fuerzas para permanecer en santidad. Así que ahora vivamos por el Espíritu y no sigamos los deseos de la carne, pues los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y deseos.

Mientras que en el antiguo pacto la promesa era una tierra, en el nuevo pacto la promesa es el Espíritu Santo.

Mientras que en el antiguo pacto la santificación era a través de un lavamiento y un sacrificio de un cordero, en el nuevo pacto el Espíritu Santo nos santifica y Jesús es el cordero perfecto el sacrificio único verdadero y para siempre

Mientras que en el antiguo pacto solo el sumo sacerdote entraba a la presencia de Dios, en el nuevo pacto todos somos llamados sacerdotes y todos tenemos acceso a la presencia de Dios, pues su Espíritu Santo que habita dentro de nosotros nos ha apartado y purificado para ser dignos de estar en su presencia.

Oración final:

Me gustaría que nos pusiéramos a cuentas con el Señor, puedes ponerte de rodillas y si no puedes hacerlo puedes sentarte.

Amado Jesús nos presentamos hoy delante de ti con un corazón quebrantado y arrepentido y con toda humildad te pedimos que nos limpies pues hemos visto la santidad como algo religioso y hemos caído en las obras de la carne, hemos aprendido que la santidad aplica en todo y no solo en inmoralidades sexuales, sino que también en libertinaje, en idolatría, hechicería, odio, discordia, celos, límpianos de todo esto Espíritu Santo, quítanos los arrebatos de ira, rivalidades, desacuerdos, sectarismos y envidias, borracheras. Ayúdanos amado Señor a quitar toda obra de la carne y te pedimos Espíritu Santo que en esta hora comiences a llenarnos de tus frutos que nos llevan a la santidad, quita todo espíritu religioso y llénanos de tu amor de tu alegría en el nombre de Cristo Jesús declaramos que tu paz, y tu paciencia comienzan a llenarnos que ahora tenemos dominio propio, humildad y fidelidad, muéstranos tu misericordia y derrama tu Espíritu sobre nosotros para cada día aprendamos a vivir en santidad y fortalécenos en tu presencia.

Mateo 11:27-30 Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo».Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».

Amado Padre, gracias te damos por tu gracia y amor, desde el principio de los tiempos tú tenias tu mirada puesta en cada uno de nosotros, enviaste a tu hijo para que por medio de el recibiéramos la justificación y así podernos apartar para tu servicio, y así nos hiciste santos, nos enviaste a Tu santo Espíritu que es el Espíritu de Santidad, para que por medio de el mostremos sus frutos y así podamos vivir en santidad, nos has santificado día con día y hoy reconocemos que no hay ley no hay fuerzas y no hay nada que nosotros podamos hacer para poder estar enfrente de ti, pero Tu Santo Espíritu nos ayuda y nos ha acercado a tu presencia el habita dentro de nosotros y día con día nos mantiene apartados del pecado, ayúdanos amado Jesús a permanecer unidos a ti como ese fruto que produce amor, alegría, paz, y paciencia, apartados de ti nada somos, unidos a ti uno solo somos contigo, tu eres santo, santo, santo, y mi cuerpo, alma y espíritu solo quiere exaltarte y adorarte por siempre. En el nombre precioso de Cristo Jesús. Amén.

Predicación en «La Promesa del Padre»
(21 de julio de 2024)
Por Toño Acosta


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