Intimidad con Jesús

Publicado por La Promesa del Padre en

INTRODUCCIÓN

En la serie anterior estuvimos hablando acerca de “Santidad”. Un tema muy interesante que al final nos llevó a entender algo:

Sin relación, no hay revelación
Sin intimidad, no hay santidad

Hablaremos algunas semanas sobre “Intimidad”, tema que nos llevará a hablar de identidad, de relación, de Jesús, del Espíritu Santo.

Afortunadamente, somos una iglesia que quiere basarse en un cristianismo de relación, de
restauración, de intimidad, de amor con Dios.

METODOLOGÍA

1. En los evangelios leemos diferentes versículos en los que entendemos que los primeros
discípulos pasaron bastante tiempo con Jesús.

2. Iban a todas partes con él, dormían juntos, comían juntos, oraban juntos, caminaban juntos,
ministraban juntos; TENÍAN UNA RELACIÓN ESTRECHA CON JESÚS.
Obviamente, los primeros discípulos llegaron a comprender el impacto de lo que realmente estaba
sucediendo:

  • En primera, entendieron que Jesús era el cristo profetizado.
  • Y en segunda, decidieron dejarlo todo por seguirlo. Literal, seguirlo.

Pero, en estos tiempos, nosotros ¿llegamos a comprender realmente lo que es seguir a Jesús? Nosotros no lo tenemos físicamente como lo tuvieron ellos.

3. Leamos Hechos 1:1-3. 1Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que
Jesús comenzó a hacer y enseñar 2 hasta el día en que fue llevado al cielo, luego de
darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.
3 Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas
convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló
acerca del reino de Dios.


En estos versículos leemos el contexto de cuando Jesús murió, fue sepultado y resucitó.
Sabemos que después de volver a la vida, pronto iba a regresar al cielo para estar con su
Padre. Pero antes de volver, ¿qué fue lo que hizo? Pasó tiempo con sus discípulos y con los
creyentes. Estuvo con ellos por 40 días. Dice qué dándoles instrucciones y hablándoles a
cerca del reino.

4. Y listo, los mismos discípulos y quizá los que creyeron en el al momento de su muerte, vieron
a Jesús resucitado. Pero ¿y los discípulos que vinieron después?, ¿los que ya no vieron a
Jesús resucitado? ¿Y nosotros qué? ¿Cómo podemos tener esa relación estrecha con Jesús?
La respuesta es: por medio del Espíritu Santo que mismo Jesús derramó.

RESULTADOS

Comprendiendo el punto de que nosotros podemos tener una relación con Jesús por medio del E.
S., y haciendo hincapié de que sobre este tema se hablará la siguiente semana; no me queda más
que aclarar dos puntos: ¿Por qué? Y ¿Para qué?…. Necesitamos pasar tiempo con Jesús.

1. ¿Por qué necesitamos tener una relación con Jesús?
La idea principal es que TODOS necesitamos conocer a Dios, para realmente encontrar el propósito
de nuestras vidas.
Basado en esta idea es que es, por medio de Jesús que podemos conocer a Dios.
Jesús es la puerta para tener una relación con él padre; TU NO PUEDES TENER UNA RELACIÓN CON
DIOS SI NO TIENES UNA RELACIÓN CON JESÚS.

Jesús es la clave; es la llave; la entrada.

Entonces, ¿Por qué necesitamos tener una relación con Jesús?
Para tener una relación con Dios.
Él es quien vino a quitar todo lo que estorba para que podamos renovar nuestra relación con Dios
por medio de él.

Juan 14:6 dice: Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre
sino por mí.

  • Es más, algo que me sorprende, es que Jesús mismo tuvo una relación con su padre:

Juan 10:30 – “El Padre y yo somos uno.”;
Juan 14:10 – ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las
palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está
en mí, el que realiza sus obras.
Mateo 11:27 – Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el
Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.

Entonces, si tú tienes una relación con Jesús, tendrás una relación con el padre, porque el hijo y el padre son uno.

Resumen del “por qué”

  • Porque a través de Jesús conoces al Padre
  • Porque a través de Jesús tienes acceso al Padre
  • Porque a través de Jesús conoces el camino, la verdad y LA VIDA.

2. ¿Para qué necesitamos tener una relación con Jesús?

Todos tenemos en nuestra vida tenemos distintos tipos de relaciones, Dios nos creó para relacionarnos: relaciones de amistad, laborales, sociales, familiares, o conyugales. De todas estas, definitivamente la de mayor intimidad es la conyugal. Pero hay algo que la conyugal no puede cubrir, y eso es la necesidad y la sed en nuestra alma y en nuestro espíritu que solo Dios puede llenar.

Y para responder la pregunta de ¿Para qué necesito una relación íntima con Jesús?
Quiero compartirte dos puntos de vista: “por ti” o “por él”.

A mí me encanta la de por él; pero claramente sabemos que Jesús siempre va a ser como un búmeran que se devuelve para que también se trate de nosotros. Así es un corazón de un padre, siempre viendo y amando a sus hijos.

CUANDO LO HACES POR EL

1. Es porque tienes claro lo importante de que tus intenciones sean las correctas.
Pasamos tiempo con Jesús y tenemos una intimidad con él, primeramente, porque él es
Dios y merece toda nuestra atención y adoración.
Tenemos una relación de intimidad con Jesús porque él es Digno.
Porque entendemos que fuimos creados para adorarlo.

“solo de una intimidad con Dios brota vida”

Y entonces cuando tú pasas tiempo con Jesús por los motivos correctos, Dios es quien ahora LO HACE POR TI. Y aunque la respuesta a ¿para qué pasas tiempo con Jesús? No sea que lo haces por ti; como padre bueno él nos bendice y lo hace por ti.

2. Pues en su presencia recibes identidad; amor; dirección; instrucción; corrección; lo aprendes a conocer más profundamente cada día.; caminas con el (como cuando Adán caminaba con él en el Edén); aprendes a vivir en santidad; recibes los frutos del E.S. que reflejan su carácter y tu carácter es transformado, tu temperamento es controlado, es decir te pareces a él; recibes dones; le entregas tus cargas; descansas; eres liberado; aprendes a trabajar en su obra; te enamoras y apasionas cada vez más de la persona de
Jesús; porque eres hijo y un hijo quiere pasar tiempo con su padre. DE TODO ESTO HABLAREMOS EN LAS SIGUIENTES PREDICAS.

Y lo más hermoso de porque deberías querer pasar tiempo con Jesús, es porque Jesús también quiere pasar tiempo contigo para amarte.

Apocalípsis 3:20. Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo

EL QUIERE CENAR CONMIGO,
EL QUIERE RELACIONARSE CONMIGO,
EL QUIERE AMARME,
EL QUIERE TENER UNA RELACIÓN INTIMA CONMIGO.

CONCLUSIÓN

Justo este versículo de Apocalipsis me recordó lo que sucedió la semana pasada, durante el tiempo de alabanza, Laura nos hablaba a cerca de un hombre que había caído de los brazos de su nodriza y quedo tullido. Tiempo después el rey David preguntó si no había alguien de la familia de Jonatan para devolverle todo lo que era de su padre y de su abuelo. Mefiboset, ese hombre tullido era el hijo de Jonatan.
Leamos el siguiente pasaje:

2 Samuel 9: 6 – 12. Cuando Mefiboset, que era hijo de Jonatán y nieto de Saúl, estuvo en presencia de
David, se inclinó ante él rostro en tierra. —¿Tú eres Mefiboset? —preguntó David. —
A sus órdenes —respondió él. 7 —No temas, pues en memoria de tu padre Jonatán
he decidido beneficiarte. Voy a devolverte todas las tierras que pertenecían a tu
abuelo Saúl y de ahora en adelante te sentarás a mi mesa. 8 Mefiboset se postró y
dijo: —¿Y quién es este siervo suyo para que usted se fije en él? ¡Si no valgo más que
un perro muerto! 9 Pero David llamó a Siba, el administrador de Saúl, y dijo: —Todo
lo que pertenecía a tu amo Saúl y a su familia se lo entrego a su nieto Mefiboset. 10 Te
ordeno que cultives para él la tierra y guardes la cosecha para el sustento de su casa.
Que te ayuden tus quince hijos y tus veinte criados. En cuanto al nieto de tu amo,
siempre comerá en mi mesa. 11 —Tu servidor hará todo lo que mi señor el rey me
ordene —respondió Siba. A partir de ese día Mefiboset se sentó a la mesa de
David[a] como uno más de los hijos del rey. 12 Toda la familia de Siba estaba al servicio
de Mefiboset, quien tenía un hijo pequeño llamado Micaías. 13 Tullido de ambos pies,
Mefiboset vivía en Jerusalén, pues siempre se sentaba a la mesa del rey.

  • Es acá a donde quería llegar, a que comprendamos como hijos que, al estar sentados a la mesa del padre todo lo que está en ella está disponible para nosotros.
  • Estar sentados a la mesa es tener intimidad con el padre por medio de Jesús, a través del Espíritu Santo.
  • Ten cuidado de no querer comer de lo que se cae de la mesa, de las sobras o de la basura del mundo para conformarnos con menos. TU NO ERES UN PERRO MUERTO!

TÚ ERES MI HIJO
TÚ ERES MI HIJA

Dios nos ha restituido y nos ha llamado, Dios tiene una mesa preparada de bendiciones para
nosotros de las cuales podemos comer hasta saciarnos:

  • comer de sus promesas
  • de las oraciones contestadas
  • de su cuidado
  • de su provisión
  • de su propósito para su vida
  • de sus bendiciones,
  • de sus planes,
  • de su vida eterna,
  • de su santidad,
  • de su libertad,
  • de su restauración
  • de su sanidad,
  • de su presencia,
  • de su poder,
  • de su paz y gozo
  • de sus milagros
  • y sobre todo de su salvación a través de Jesús

Sentados a la mesa del padre podremos comer de todo esto!! y descubrir su bondad. PORQUE ESTAMOS EN INTIMIDAD


MEFIBOSET tenía dos opciones:

  • Decidir NO tener una relación con el rey
  • O decidir SI tener una relación con el rey.


Me pongo en los zapatos de Mefiboset:

  • Mefi no sabía si su condición física iba a cambiar o seguiría lisiado.
  • Mefi no sabía si iba a recibir los anhelos de su corazón o si su corazón sería alineado al del rey.
  • Mefi no sabía si sería solo el desayuno, o la comida o la cena.
  • Mefi no sabía hasta cuándo.
  • Ni tampoco si de verdad algo sería mejor que vivir en “Lo Debar”
  • Si el estar sentado sentado a la mesa era todo incluido con habitación sencilla o doble; baños; servicio.
  • Mefi no sabía si realmente serían todas las propiedades de su padre Jonatan y su abuelo Saúl.
  • Mefi solo sabía que su vida iba a cambiar si él decía que SI al rey. Y decidía tener intimidad con el rey en su mesa.

Tener una relación íntima con Jesús es lo que él mismo quiso para su iglesia. Es lo que se encuentra en el corazón del Padre.

Hoy quizá tengas que tomar esa decisión, como Mefiboset, con la incertidumbre de no
saber que pasara.

Tienes en este momento que tomar la decisión de tener intimidad con el Padre. Vamos a decidir tener intimidad con el Padre.

Andrés Dector
Predicación del 11 de agosto de 2024
Comunidad Cristiana «La Promesa del Padre»


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