Hechos 1

v.1 Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar
1. Los propósitos de Dios van más allá de nuestros propósitos
¿Quién fue Teófilo? … Lucas investigó todo esto, tanto Hechos como el evangelio, para él
(Lucas 1:1-4) 1 Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros, 2 tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. 3 Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, 4 para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.
Hay varias teorías: un Sumo Sacerdote de esa época, llamado Teófilo ben Ananus (hijo de Anás) y cuñado de Caifás; un funcionario Romano (por el título “excelentísimo”), el abogado de Pablo que necesitaba conocer bien todo para preparar una defensa sólida, un benefactor que apoyaba los viajes de Pablo y Lucas, y de ahí la importancia de detallar el relato). ¡Todas ellas posibles! Pero en realidad no podemos saberlo con certeza. La certeza que sí tenemos es que Lucas pensaba saber para qué esribió esto, pero ahora sabemos que en realidad no tenía idea de para qué lo estaba escribiendo: servir de relato para los Cristianos de todo el mundo y de todos los tiempos.
¿Te has puesto a pensar en esto? ¿Cuántas cosas estaremos haciendo ahora o hemos hecho en el pasado, y no tenemos ni la más remota idea de hasta dónde llevará ese esfuerzo el Señor?… ¿Y si Lucas no hubiera hecho las cosas con esmero (v.3) y ordenadamente (v.4)? ¿Y si las hubiera hecho de mala gana o al “ahí se va”?
*** Tomemos un momento para meditar en esto y revisar cómo estamos haciendo las cosas del Reino. Consideremos la posibilidad de que Dios nos está confiando cosas que tendrán impacto trascendente en su cuerpo.
2. Jesús dando Instrucciones por Medio del Espíritu Santo
v.2 hasta el día en que fue llevado al cielo, luego de darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.
Esta frase de “darles instrucciones por medio del Espíritu Santo” la leemos muy fácil, muy rápido; pero cuando la lees con calma te das cuenta de que “esconde algo”, o más bien revela algo. No dice que solo les dio instrucciones, o que les dio instrucciones como siempre (como cuando les dio instrucciones para ir a predicar, o para preparar el lugar de la última cena, etc.) ¡No! Dice que les dio instrucciones por medio del Espíritu Santo.
*** Jesús los estaba preparando para la transición de charlar con Él de manera literal y física a ahora hacerlo de manera espiritual, los empezó a capacitar sobre cómo pedir dirección, sobre cómo buscar y escuchar la voz de Dios, a través de la oración y los dones del Espíritu Santo.
3. Sí, nos convino que Jesús se fuera para que viniera el Espíritu Santo
*** El libro de Hechos presenta una transición entre el “Jesús visible” y el “Jesús invisible”
Leí un relato de una niña niña que estaba orando a Dios y de repente se detuvo y le preguntó a su mamá: «¿Dónde está Dios?». Su mamá le respondió que Dios es invisible: «Aunque no puedas verlo, Él está ahí». A eso, la niña respondió: «Creo que me gusta más cuando alguien tiene piel». 😀
¿Cómo te va a ti en tu relación con “Jesús invisible”? ¿Tú también has dicho que quisieras que estuviera Jesús físicamente y poder preguntarle cosas?
*** Piénsalo un momento: Jesús, estando físicamente en este mundo, si de las 24 horas del día, durmiera solo 6 horas, y tomara otras 3 horas en total para desayunar, comer, cenar, ir al baño y bañarse; y al menos 1 hora para orar, le quedarían solamente 14 horas al día. 14 horas son 840 minutos. Si tuviera charlas de tan solo 10 minutos, podría platicar solo con 84 personas al día. Eso significa que atendiendo gente diario, al año podría atender a 30,660 personas. ¡Somos casi 8,000,000,000 (8 mil millones) de personas actualmente en el planeta! Eso significa que…
¡Si Jesús estuviera físicamente en este mundo, tendrías que esperar 260,000 años para poder platicar con Él tan solo 10 minutos!… Y eso sin contar las complicaciones de traslado, porque Jesús como humano sólo podía estar en un lugar a la vez.
(Juan 16:7) Pero digo la verdad: les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré.
4. La Promesa del Padre
v.3 Después de padecer la muerte, se presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios. 4 Una vez, mientras comía con ellos, ordenó:
—No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: 5 Juan bautizó con[a] agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.
*** ¿Se te hace conocida la frase “La Promesa del Padre” ? 😀
La promesa del Padre es el Espíritu Santo con nosotros, más inmediato que Jesús físico. Es el mismo Jesús pero en Espíritu, es el Espíriu del Señor, ¡El es la Promesa del Padre! ¡Y ya no es una promesa por venir, es la Promesa ya disponible! ¡Ahora!
5. Jesús regresa nuestra atención al enfoque correcto
v.6 Entonces los que estaban reunidos con él preguntaron:
—Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?
7 —No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —contestó Jesús—.
*** Le pasó a los discípulos y nos pasa a nosotros. El Señor nos da palabras sobre lo que está haciendo en nuestras vidas, nos revela cosas, nos da dirección, nos da instrucciones, nos advierte, etc… Pero muchas veces estamos distraídos en cosas terrenales.
*** Toma un tiempo para meditar en esto. Si el Señor te ha estado hablando cosas de su Reino y tú te has estado ensimismando y distrayendo con cosas de este mundo material, vano y pasajero, es momento de arrepentirse y pedir perdón al Señor. Agradecer su voz y clamar con desesperación por un entendimiento superior, por revelación y enfoque.
v.8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.
El Señor nos regresa al enfoque correcto, nos avisa y nos recuerda la importancia de lo que está hablando. Nos resalta el efecto de su Espíritu Santo en nosotros: PODER, pera ser sus testigos.
6. El Espíritu Santo marca radicalmente la diferencia
*** Aunque al libro de Hechos se le llama “Hechos de los Apóstoles”… para empezar cambiaría el término apóstoles por discípulos, y algunos títulos más precisos serían:
“Hechos de los Discípulos por el Poder del Espíritu Santo”
“La Obra del Espíritu Santo a través de los Discípulos”
”El Espíritu Santo en Acción ft. Los discípulos”
*** Si piensas en las historias narradas en el libro de Hechos, sin la acción del Espíritu Santo. ¡Pierden total sentido!
… En el día de Pentecostés diría algo como: “Y estaban todos reunidos en el mismo lugar y no pasó nada en especial. Tuvieron una bonita reunión. Y cuando acabó, se fueron a sus casas. Esto se repetía cada semana.
… Cuando apedrean a Esteban y varios discípulos huyen a otras ciudades diría algo como: Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, y Felipe continuó su camino para ocultarse de la persecución y salvó su vida.
… Cuando Pablo y Silas estaban en la cárcel diría algo como: “Y Pablo y Silas se pusieron a cantar himnos en voz alta, y todos los demás presons los oían. Acabaron de cantar y se durmieron. Y de la misma manera que los demás presos, murieron en la cárcel cumpliendo sus condenas”
¡Sin el Espíritu Santo, “Hechos” sería un libro muy breve, sin trascendencia! ¡Y de hecho no habría nada más después de los Evangelios, todo se habría acabado cuando Jesús ascendió al cielo!
*** ¡Toma un tiempo para dar gracias a Dios por su Espíritu Santo en su iglesia! ¡Gracias a Dios por su Espíritu Santo en nosotros!
7. No te distraigas, enfócate en lo que Dios te está indicando que hagas
Para este último punto, vamos a leer del versículo 14 al 26 de corrido.
v.14 Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres, y con los hermanos de Jesús y su madre María.
15 Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas, y dijo: 16 «Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura que, por boca de David, había predicho el Espíritu Santo en cuanto a Judas, el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús. 17 Judas se contaba entre los nuestros y participaba en este ministerio.
18 (Con el dinero que obtuvo por su crimen, Judas compró un terreno; allí cayó de cabeza, se reventó y se derramaron sus intestinos. 19 Todos en Jerusalén se enteraron de ello, así que aquel terreno fue llamado Acéldama, que en su propio idioma quiere decir “Campo de Sangre”.)
20 »Porque en el libro de los Salmos —continuó Pedro—, está escrito: »“Que su campamento quede desierto y que nadie habite en él”. También está escrito: »“Que otro se haga cargo de su oficio”.
21 Por tanto, es preciso que se una a nosotros uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, 22 desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue tomado de entre nosotros y recibido en las alturas. Es necesario que uno de ellos sea junto a nosotros testigo de la resurrección».
23 Así que propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, apodado el Justo, y a Matías. 24 Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido 25 para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía». 26 Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías; así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.
La primera vez que escuché a un predicador “poner en tela de juicio” la elección de Matías, me perturbó. 😀 “¡Cómo es posible!” (dije enojado en mi mente). Pero tenemos que recordar que muchas veces la Biblia simplemente relata lo que pasó, pero no necesariamente lo apoya (textos históricos). A la luz del mismo relato de Hechos, y del resto del nuevo testamento, ¿honestamente te parece que era necesario elegir el reemplazo de Judas? ¿Se te ocurre alguien que podría “llenar” ese lugar disponible? ¿Has leído lo demás que cuenta la Biblia sobre Matías? Seguramente no. ¿Sabes por qué? Porque nunca se vuelve a mencionar nada específicamente sobre Matías.
El hecho de que no haya trascendencia de esta “elección por suertes”, y que de repente apareciera un personaje de la talla de Pablo, sin duda es algo que debe ponernos a pensar o al menos llamar nuestra atención.
Para salirnos del terreno de la especulación, regresemos a la orden clara que les dio Jesús en los versículos 4 y 5:
4 Una vez, mientras comía con ellos, ordenó: —No se alejen de Jerusalén, sino espérenla promesa del Padre, de la cual les he hablado: 5 Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.
*** A veces podemos tener ideas que suenan bien, parecen ideas geniales, parece que es lo que necesitamos, y hasta podemos encontrar versículos bíblicos que parecieran respaldarlas, pero siempre el camino más seguro es escuchar con atención y detalle las indicaciones del Señor. En este caso, Jesús les dijo que no se alejaran de Jerusalem, y que esperaran. El resto de Hechos no parece sugerir que era necesario buscar un reemplazo de Judas, pareciera que Dios ya tenía eso resuelto, o al menos no pareciera una necesidad urgente o por la que ellos debían inquietarse y tratar de resolverlo con los medios antiguos que usaban antes.
*** Más adelante vemos a los discípulos tomar nuevas decisiones, pero ya nunca más fue “por suertes”, sino que desarrollaron una relación más fluida con el Espíritu Santo, aprendieron a pedir dirección, aprendieron a esperar la respuesta, escucharla y aplicarla cuando llegaba.
Conclusión
Oro todo esto para nuestra iglesia hoy. ¡Que nos alegremos y aprovechemos que ya tenemos al Espíritu Santo! ¡La Promesa ya nos fue dada! ¡Nos convino que Jesús fuera al Padre para que llegara el Espíritu Santo y tengamos acceso a Él ahora mismo! ¡Siempre! ¡En todo tiempo y en todo lugar!
*** Busquemos activamente darle al Espíritu Santo el protagonismo y control de todo lo que hacemos, en lo individual y como iglesia. El Espíritu Santo nos habla, nos guía, nos escucha, nos consuela, intercede por nosotros, nos transforma y nos da Poder, para edificar a la iglesia y para ser testigos de Jesús!
Paco Jiménez
Predicación del 30 de marzo de 2025 en «La Promesa del Padre»
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