Intimidad a través de la Oración

El Señor puso en mi corazón este mensaje al que puse por título “Intimidad a través de la oración”. Ciertamente no podemos hablar de intimidad dejando de lado la oración, eso es obvio, ¿verdad? Pero mientras Dios me daba el mensaje, al mismo tiempo me sorprendía con revelaciones nuevas que espero en esta mañana todos podamos recibir.
Vamos a leer Filipenses capítulo 4 y versículos 6 y 7:
No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias. Y la paz de Dios, esa paz que nadie puede comprender, cuidará sus corazones y pensamientos en Cristo. Filipenses 4:6-7
En estos dos versículos que acabamos de leer Dios me mostró algunas cosas:
- Que siempre va a haber cosas que nos angustien, porque así es la vida en este mundo en que vivimos.
- Que es a través de la oración y la fe que llega la paz de Dios a nuestras vidas.
- Que necesitamos esa paz porque es la que va a cuidar nuestros corazones y pensamientos.
Déjame explicarte un poco mejor lo que Dios me dijo de esto. Lo primero es que la angustia no va a permitir que entremos en intimidad con Dios, si no me creen, díganme ¿Quién de aquí puede escuchar la voz de Dios o incluso orar si está angustiado por alguna circunstancia complicada en su vida? Es muy difícil o más bien casi imposible, ¿verdad?
Es por eso que Dios nos pide que oremos para que la paz y no cualquier paz, sino la paz de Dios que sobrepasa nuestro entendimiento y la única que puede calmar la angustia en tiempos complicados, se manifieste en nuestras vidas y esto es algo que el mismo Señor Jesús dijo cuando estaba aquí en la tierra, en Juan 14:27
Les dejo la paz, les doy mi paz; pero no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni tengan miedo. Juan 14:27 NVB
Y enfatizo “les doy mi paz” y también “no se angustien”, porque la paz de Dios es para quitar la angustia.
Por último, el pasaje nos dice que la paz cuidará nuestros pensamientos y nuestros corazones y ¿saben por qué es esto? Porque ahí es donde se origina la angustia, de nuestros pensamientos muchas veces depende nuestro estado de ánimo o lo que sentimos y nuestros sentimientos. La biblia dice que están en nuestro corazón por lo tanto si tus pensamientos no vienen de Dios, lo más seguro es que te harán sentir “mal” y esto al final te traerá angustia.
Es por eso que la batalla está en la mente porque el enemigo trata de implantar pensamientos que provoquen sentimientos negativos o distracciones para que al final vivamos con angustia. Pero Dios nos está diciendo aquí que oremos para que su paz venga y cuide nuestros corazones y pensamientos (mente) para poder entrar en intimidad con Él.
Y si todavía no me creen, les pregunto: ¿A ustedes no les cuesta más trabajo entrar en la presencia de Dios mientras están pensando en cómo van a pagar los servicios de este mes, el Netflix, Disney, etc?
¿Pueden entrar en su presencia mientras están preocupados por los pendientes del trabajo, por si los niños ya hicieron la tarea, etc, etc? ¿Verdad que es muy complicado?
Entonces, en resumen, los pensamientos y el corazón son los que producen la angustia, y la manera de eliminarla es a través de la paz sobrenatural de Dios, que a su vez obtenemos por medio de la oración.
Y es aquí donde todos nos preguntamos ¿Cuál es la oración correcta para traer la paz de Dios y poder entrar en intimidad con Él?
Si te estás preguntando eso creo que estamos malinterpretando el sentido de la oración, porque esto no se trata de “oraciones correctas” o “palabras mágicas” para recibir algo sobrenatural de Dios, sino de la verdadera razón o motivo del porqué orar, y déjame explicarte lo que Dios me mostró que pasó con Pedro en la situación que estuvo expuesto en el huerto de Getsemaní.
La historia se encuentra en el libro de Marcos 14:32-41
32 Fueron a un lugar llamado Getsemaní y Jesús dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí mientras yo oro».
33Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentir temor y angustia.
34 «Es tal la angustia que me invade que me siento morir —dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos».
35 Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que, de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora.
36 Decía: «Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».
37 Luego volvió a sus discípulos y los encontró dormidos. «Simón —dijo a Pedro—, ¿estás dormido? ¿No pudiste mantenerte despierto ni una hora?
38 Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil».
39 Una vez más se retiró e hizo la misma oración.
40 Cuando volvió, otra vez los encontró dormidos, porque se les cerraban los ojos de sueño. No sabían qué decirle.
41 Al volver por tercera vez, les dijo: «¿Siguen durmiendo y descansando? ¡Se acabó! Ha llegado la hora. Miren, el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores.
¿Qué podemos ver en esta historia?
- El contexto es que los discípulos vienen de celebrar la última cena con Jesús y ya es la antesala de la pasión de Cristo, aunque ellos no lo saben. Quiero que sepan que Dios me enseñó en esta historia algo importante, aunque tengas una relación con Dios no necesariamente tienes intimidad.
- Todo lo que hizo Jesús en esta historia es lo que una persona en intimidad con Dios haría, y lo que hace Pedro denota solamente relación. “Claro que se puede”, si es que te estás preguntando eso, y en seguida lo explicaremos.
- Jesús se lleva a sus 3 discípulos más cercanos (entre ellos va Pedro) a un lugar apartado de los demás, y les pide que se mantengan “despiertos”. ¿Por qué les pide solamente que se mantengan despiertos? Porque ellos no podían estar en intimad con el padre en ese momento.
- Jesús siente angustia y miedo ¿recuerdan qué se hace cuando tenemos esa condición? Por lo que se va a un lugar más “profundo” a orar. (tener intimidad con su Padre).
- Jesús regresa y ve que están dormidos sus discípulos y regresa a orar (esto lo hace 2 veces y recuerden qué, aunque los reprende, aun así, les pide que oren, aunque probablemente su oración no sería efectiva porque Jesús sabe que no pueden entrar en intimidad con Dios como Él.
- Después de eso Jesús ya viene con una respuesta de parte de Dios, la cual fue pasar por ese trago amargo, ya que era la única forma de ejecutar la salvación, y esto lo recibe de la siguiente manera: Estaba angustiado y fue a buscar a su padre en oración, no tanto para pedirle algo, sino con la intención sincera de hacer su la voluntad. Por lo tanto, regresa sin angustia y convencido de la voluntad de Dios.
Lo que sigue en la historia se los voy a contar porque no tenemos tiempo de leer todo ahora, pero se los cuento: después llegan a apresar a Jesús, y cuando lo hacen, Pedro saca su espada y le corta la oreja al siervo del sumo sacerdote, y aquí quiero abrir un pequeño paréntesis, ya que si vivimos en relación con Dios, pero sin intimidad, hacemos lo que Pedro. Me explico, Pedro andaba con Jesús (relación) y tenía un arma (espada) para usar, pero en este caso la usó mal ¿por qué? Porque no tenía que sacarla, la pelea era en oración, se tenía que recibir la voluntad de Dios y estar en paz con eso (fue lo que hizo Jesús en intimidad) pero Pedro quiso pelear y falló. Ahora bien, hay algunos hermanos en Cristo “de otras iglesias que no conocemos”, que tenemos relación con Dios y tenemos armas, pero las usamos mal, porque no estamos en intimidad, así como Pedro, ¿cuántas veces hemos escuchado que alguien saca la espada y la usa mal? diciendo: la “palabra dice”, pero no lo hace para edificar, consolar o animar, sino para buscar tener la razón o contender. Algunos hermanos somos los mocha orejas, los mocha brazos, mocha cabezas jajaja. Ya en serio, hay que estar en intimidad para no hacer eso.
Volviendo a la historia, Pedro culmina afirmando que no tiene intimidad con Jesús cuando estando junto con Él en la fogata le dicen que él era uno de sus seguidores, pero Pedro contesta con estas palabras: “yo no lo conozco” y ¿saben por qué? Porque la palabra conocer denota intimidad, si tú conoces a alguien es porque sabes que le gusta, lo que piensa, sus objetivos etc. Pero Pedro en ese momento solo tenía relación con Jesús, pero no lo conocía realmente porque eso se obtiene en intimidad.
CONCLUSIÓN
Me gustaría preguntarte: ¿sabemos cómo entrar en intimidad con Dios a través de la oración? ¿Todas las oraciones que hacemos son contestadas por Dios? ¿Por qué pasa esto?
Primeramente, tenemos que saber que si no tenemos el Espíritu Santo va a ser imposible comunicarnos con Dios, ya que nuestro espíritu es el que se comunica con Él, y si no hemos nacido de nuevo será imposible entrar en intimidad. Mira lo que dice 2 Corintios 2:10-12 NVI
10Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.
11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido. 2 Corintios 2:10-12 NVI
Una vez entendido que el Espíritu Santo habla a nuestro espíritu, te comparto que ésa es la razón por la que Pedro no podía tener intimidad con Dios, porque aún no recibía el Espíritu Santo, y es que Jesús les sopló para que lo recibieran hasta después de su resurrección, en Juan 20:21-22 lo puedes encontrar. Entonces tu y yo podemos estar seguro que tenemos acceso a tener intimidad con Dios a través de la oración.
Pedro, después de este evento de Getsemaní, entendió muy bien que no debía distraerse y descuidar la oración, porque era el medio por el cuál tenia intimidad con el padre y por lo tanto recibía dirección para hacer la voluntad de Dios. Por ejemplo, observamos en el libro de Hechos, cuando hubo el problema de la comida con las viudas de la iglesia, Pedro les contesta: “No podemos descuidar la oración para atender este tipo de necesidades”. Esto lo aprendió de Jesús orando en Getsemaní.
Entonces podemos concluir que tenemos que orar con la intensión de conocer la voluntad del Padre y no ir predispuestos a buscarle para que cumpla nuestras peticiones. La oración es el medio por el cual pedimos a Dios que nos dé paz para calmar los pensamientos y el corazón y éstos se alineen al espíritu para entonces entrar en intimidad con el Padre y conocer su voluntad. Dios nos está animando a examinar la intensión con la que oramos porque muchas veces lo hacemos con el alma y predispuestos, tal vez por eso no vemos respuesta, pero lo correcto es buscar la intimidad con Él para ser uno con Él y entonces conocer su voluntad y pedir de acuerdo a lo que Él quiere y no lo que nosotros queremos. Ahí es donde se cumple lo que dice la Palabra, de que todo lo que pidan en mi nombre, el Padre lo hará, porque ahora ya sabes cómo pedir, y es de acuerdo a su voluntad.
Termino diciéndote esto de parte del corazón de Dios: Él ama estar en intimidad nosotros y quiero leer uno de los deseos más grandes que tuvo el Señor Jesús y se encuentra en Juan 17:20-23 NVI
20 No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, 21 para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. 22 Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: 23 yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.
¡Dios quiere ser uno con nosotros hermano, que donde tú estés Él también esté! Y eso solamente se logra en intimidad, por lo tanto nuestra intensión al orar debería ser la de ser uno con Dios.
Oración final
Padre te doy gracias por lo que nos has hablado hoy, gracias por tu Espíritu de revelación que nos enseña que la intensión con la que oramos es la que cuenta. Ayúdanos a no ser cristianos que solo tienen relación pero sin intimidad contigo, queremos ser Cristianos de intimidad, oramos para que tu paz sobrenatural nos cubra ahora y podamos entrar a tu presencia sin angustias ni preocupaciones. Quitamos toda distracción y pensamientos que no nos permiten entrar en tu presencia y declaramos que de ahora en adelante nuestra convicción será orar para encontrarnos contigo y ser uno contigo, te amamos Señor y queremos entrar en profundidad contigo y conocer tu voluntad, así como Jesús lo hizo en el Getsemaní. Permite que nuestro espíritu pueda conectarse con tu Espíritu.
0 comentarios