Hechos 8

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Introducción

Hechos 6, 7 y 8… y 9… tienen una conexión muy interesante. A través de estos 4 capítulos, entre líneas el Espíritu Santo nos está hablando de cualidades importantes de nuestra iglesia, y quiero animarte a que lo veas así: El autor del libro no es Lucas, es el Espíritu Santo. Y cuando un autor escribe algo es porque quiere compartir un mensaje. Y este mensaje no es la historia de aquellos creyentes, sino que es la narración del inicio de nuestra iglesia. Tú y yo estamos dentro de la trama. La historia se sigue escribiendo.

Estos 4 capítulos, a través de la narración de diversos sucesos, nos revelan algo que marcó de porvida a la iglesia y la definió. La cambió, del estado en el que surgió al estado que debería estar. Hasta hoy. Incluyéndonos a nosotros.

Veamos esos puntos que conectan a estos 4 capítulos:

  • El capítulo 6 narra una necesidad que surge entre la iglesia: el tema de la atención que se le daba a las viudas hebreas vs las viudas griegas. Y es cuando eligen a Esteban, Felipe, Prócoro, Nicanor… Y termina con el arresto de Esteban, precisamente uno de esos 7 hombres. Lo arrestan por estar haciendo milagros y prodigios entre el pueblo, y por hacer todo eso en el nombre de Jesús. En el versículo 7 de ese capítulo explica esto:

Hechos 6:7  Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.

  • En Hechos 7 vemos la narración de la defensa y muerte de Esteban.
  • En Hechos 8 vamos a ver lo que provocó la muerte de Esteban
  • y en Hechos 9 veremos el fruto de todo este “caos”.

1) Lo que hacemos tiene un impacto en otros.

Vamos a iniciar con Hechos 8, leyendo la primera parte del versículo 1

Hechos 8:1  Y Saulo estaba allí, aprobando la muerte de Esteban.

Cuando estudiemos el capítulo 9, quiero que tengas en cuenta este paréntesis que se hace con el versículo 1a del capítulo 8. Recuerda que acaba de narrar todo lo que pasó con Esteban, y hace una pausa para enfatizar esto: Saulo estaba allí.

Hagamos un poco de memoria de todo lo que el Pastor Andrés nos contó y explicó la semana pasada sobre la defensa y muerte de Esteban: La tanta sabiduría de sus palabras, que nadie podía debatirle, la elocuencia con la que contó toda la historia de Israel, desde Abraham; su valentía y dominio propio sobrenatural para mantenerse enfocado en el Reino en medio de calumnias y golpes (no es que era muy machín, es que estaba lleno del Espíritu Santo); las visiones que empezó a tener y narrar en medio del linchamiento; el orar por los que lo apedreaban… mientras lo apedreaban… Y cómo finalmente murió manteniéndose firme en la fe hasta el último segundo, hasta la última pedrada. Y justo acabando de describir todo esto, dice: Saulo estaba allí, Saulo vio todo esto. Saulo experimentó lo que pasó. Saulo fue testigo de todo lo que el Espíritu Santo hizo a través de Esteban.

2) Las adversidades no deben ser un obstáculo para vivir tu fe al máximo, sino el escenario para hacerlo.

Hechos 1:8 La iglesia perseguida y dispersa

Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.

He leído este versículo varias veces, ya que es uno de mis capítulos favoritos. Pero cuando leí este versículo al preparar esta predicación, me impactó lo que de repente brincó ante mis ojos y mi espíritu. De repente vi una conexión tan fuerte y tan clara con el famosísimo
Hechos 1:8 . Vamos a leerlo:

Hechos 1:8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.

No sé si lo notas, pero en ese famoso Hechos 1:8, Jesús les comparte un poco de los planes del Cielo para ellos. Puedes verlo como una palabra profética que les dice lo que Dios va a hacer en sus vidas… pero no les dice cómo . Es decir, les comparte que van a recibir poder de lo alto para ser testigos en Jerusalén (que es donde estaban cuando Jesús les dice estas palabras) y luego les avisa que el poder que van a recibir es tan grande y tan fuerte, que no sólo serán testigos ahí, sino que también llegarán hasta Samaria y Judea. Pero no les dice cómo van a llegar de un lugar a otro, en la palabra profética Dios les dice que los va a trasladar a esas regiones pero no les dice cómo, no les dice en qué circunstancias, no les dice qué provocará que suceda ese traslado.

¿Qué provocó que, aunque el número de los discípulos estaba aumentando considerablemente en Jerusalén, se tuvieran que desplazar a Judea y Samaria?

Así es: La persecusión.

  • Esteban, en el peor momento de su vida, literalmente experimentó el mejor momento de su vida. Mientras lo apedreaban, vio a Jesús de pie junto a Dios, pera recibirlo.
  • Jesús, en el peor momento de su vida, logró lo más grande que le pudo pasar a la humanidad entera: la Salvación.
  • Pedro y Juan, en sus momentos más injustos y de ser juzgados maliciosamente, golpeados y encarcelados, experimentaron milagros impactantes, como ser liberados sobrenaturalmente de una cárcel, a través de guardias de elite.

Los más grandes momentos de fe, poder, unción, milagros, etc de estos hombres, mujeres y comunidades, sucedieron en sus peores circunstancias (según nuestro entendimiento humano): injusticia, violencia, religiosidad asesina, privación de la libertad, enfermedad, muerte, etc.

Lamentablemente, en la actualidad, la mayoría de Cristianos, solemos ver las circunstancias adversas, como obstáculos para vivir nuestra fe. Cuando vemos en Hechos y en todo el Nuevo Testamento que no son obstáculos, sino el escenario para vivir nuestra fe.

Constantemente veo o escucho a Cristianos mencionar que iban bien en la carrera de la fe, pero de repente pasó X o Y circunstancia, y eso los sacó de la jugada.

“Conocí al Señor, cambió mi vida, iba yo creciendo muy bien, aprendiendo… pero pasó tal cosa en el trabajo… llegó esta enfermedad… pasó esto en mi familia… tuve este problema… y eso me sacó del Camino”

¿Has oído esta frase? “Yo jugaba muy bien… pero me lastimé la rodilla”

Lamentablemente hemos traído esa forma de pensar a la iglesia: Yo iba bien, PERO…..

Imaginemos algunas de estas historias que ya hemos leído en Hechos, con la mentalidad “… pero me lastimé la rodilla”

  • Jesús: Yo iba muy bien en mi ministerio, ya llevaba una rachita de 3 años sanando enfermos, haciendo milagros, predicando con muy buena asistencia, perooooo… me capturaron, me levantaron calumnias… y pues mejor regresé a la carpintería. Bendito Dios hay trabajo.
  • Pedro y Juan: Dios nos respaldaba, una vez oramos por un paralítico afuera del templo y sanó…. PERO luego nos capturaron, nos dieron de latigazos y nos prohibieron predicar en el nombre de Jesús. Así que pues mejor ya nos enfocamos en amar a Dios de manera personal, seguimos yendo a la sinagoga y todo, pero pues ya mejor no andamos alborotando las cosas… Al final la Palabra nos enseña que Dios es un Dios de orden, y pues cuando sanábamos gente en la calle siempre se armaba un relajo.
  • Esteban: Yo servía en la iglesia, aunque me pusieron en un ministerio que la verdad no aprovechaba mis dones de sanidad y milagros; y cuando yo salía de la congre me iba a orar por enfermos y Dios me usaba… pero un día me hicieron un mitote y me empezaron a acusar de que yo ni conocía la ley, y pues a mejor decidí llevar la fiesta en paz. No creo que Dios quiera que yo muera por andar predicando, ya el sacrificio lo hizo Él. Ya mejor solo me enfoco en seguir sirviendo la comida a las hermanitas de la iglesia, y gracias a Dios todo va tranquilo desde que dejé de salir a las calles.
  • Tú:

Otro punto que llamó mi atención en este capítulo es un detalle que se menciona del ministerio de Felipe (otro de los 7 hombres que se eligieron en el capítulo 6):

3) El Evangelio se debe oír y ver.

Hechos 8:4-8 Felipe en Samaria

Los que se habían dispersado predicaban la palabra por dondequiera que iban. Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les anunciaba al Cristo. Al oír a Felipe y ver las señales que realizaba, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje. De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando gritos, y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos. Y aquella ciudad se llenó de alegría.

La gente a nuestro alrededor necesita ver el Mensaje, no solo escucharlo. (En el mejor de los casos) Hemos hablado mucho, pero mostrado poco.

¿Tú estás conforme con la forma en la que vivimos el Cristianismo actualmente ? Cuando lees Hechos no sientes como una desesperación, un anhelo profundo por ver algo más parecido a eso?… Tiene que haber hambre, o al menos antojo, para buscar o preparar comida. Si de entrada tu estás conforme con la forma promedio actual del Cristianismo, no vas a buscar más. Pero si tienes hambre, inquietud, un anhelo fuerte por ver y mostrar más del poder de Dios en la predicación del Evangelio, entonces buscaremos más, y el Señor prometió que el que busca encuentra, y al que toca se le abre la puerta, y al que pide se le da.

4) No sólo debemos vivir en poder sino también transferirlo a otros.

Hechos 8:14-17 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que los samaritanos habían aceptado la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. 15 Estos, al llegar, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, 16 porque el Espíritu aún no había descendido sobre ninguno de ellos; solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces Pedro y Juan les impusieron las manos y ellos recibieron el Espíritu Santo.

Entendemos que la iglesia estaba aprendiendo a hacer las cosas, y aquí vemos como Felipe vivía intensamente en el Poder del Espíritu Santo, pero pasó por alto que debía asegurarse de que los nuevos creyentes también recibieran lo que él tenía. Era un asunto importante, Pedro y Juan lo sabían, y atendieron el asunto de manera inmediata: oraron por los nuevos creyentes para que también recibieran el Espíritu Santo.

5) El Señor nos lleva a mucho en lo sobrenatural si somos fieles en lo poco.

La historia de Felipe y el etíope es muy conocida. No quiero enfocarme en lo que siempre hablamos sobre esta historia. Esta vez llamó mi atención algo que quiero mostrarte al leer los versículos 26 y 27, y 38 al 40.

Hechos 8:26-40 Felipe y el etíope

26 Un ángel del Señor dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza». 27 Felipe emprendió el viaje (…)

38 Entonces mandó parar el carro, ambos bajaron al agua y Felipe lo bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino. 40 En cuanto a Felipe, apareció en Azoto y se fue predicando las buenas noticias por todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.

En la primera parte vemos que el Señor le da a Felipe una indicación muy rara pero simple de obedecer: que se ponga en marcha en cierta dirección, pero sin un destino claro ni le dice para qué. Y Felipe obedece inmediatamente. Para obedecer esto, implicaba además de fe, un esfuerzo físico, económico, tiempo, decisión, pensamientos. Todas estas cosas dependían de Felipe, él tenía que realizarlas.

En la segunda parte, vemos que ya que Felipe había mostrado que obedecía y usaba lo que estaba en sus manos, Dios optimiza los tiempos y esfuerzos, y para la siguiente “misión” ya no usa los recursos finitos de Felipe, sino que los traslada de manera sobrenatural e inmediata a Felipe.

En ese pequeño relato podemos ver cómo Dios nos lleva a más cuando somos fieles en lo poco. Si quieres que el Señor te use más de maneras sobrenaturales, debes ser fiel y obediente con tus recursos finitos y naturales.

Conclusión:

Finalmente, retomando que en Hechos 8 vemos el inicio del cumplimiento de Hechos 1:8, cabe mencionar que ese cumplimiento sigue en pie, sigue sucediendo, ya que esa expansión no se limitaba a Judea y Samaria, sino:

Hechos 1:8 (…) hasta en los confines de la tierra.

Eso te involucra a ti y a mí, eso involucra a nuestra congregación.

¿Y si la adversidad que estás enfrentando, no es un obstáculo que te impide que Dios cumpla sus promesas en tu vida, sino la forma en la que te está llevando al escenario para cumplir su palabra en ti?

¿Y si es la forma en la que está haciéndote parte del “hasta en los confines de la tierra?

Predicador Paco Jiménez
Predicación del 08 de Junio de 2025 en «La Promesa del Padre»